UN DÍA EN LA HABANA

Después de una breve introducción a las bicicletas, el ajuste al tamaño del cuerpo individual, la aclaración sobre el estado de las carreteras cubanas, seguido de la información sobre las reglas en el tráfico de la ciudad cubana, se va con las e-bikes en nuestro tour de descubrimiento. Los medios de transporte son, en general, diferentes en Cuba, al menos de lo que estamos acostumbrados, se notará rápidamente.

En un día exploramos, codo con codo con los clásicos y americanos de antaño, los bicitaxis o los coches de caballos en nuestras e-bikes las bellezas y peculiaridades de La Habana. En nuestras e-bikes pedaleamos hacia los lugares donde la historia, la cultura, los locales y el estilo de vida se encuentran y esperan ser descubiertos.

Comenzamos nuestro recorrido hacia la animada e histórica Habana Vieja. Pasamos por el Callejón de Hamel, el centro de la escena de la santería afrocubana en La Habana Centro, parando en La Guarida entre otros lugares. El restaurante La Guarida sigue siendo uno de los lugares más destacados de La Habana, y se hizo famoso gracias a la película nominada al Oscar, Fresa y Chocolate (1993), y desde entonces está en la lista de deseos de La Habana para mochileros y celebridades por igual.
Siempre que su tiempo en La Habana se lo permita, debería al menos hacer una visita nocturna al bar de la terraza de La Guarida para disfrutar de uno o varios cócteles, y por supuesto, si tiene un poco más de tiempo, debería probar la cocina. Eso sí, es recomendable reservar mesa para cenar con antelación, ya que suele haber mucha demanda.
Continuamos nuestro recorrido y hacemos nuestras paradas en el Capitolio, el Parque Central, el Gran Teatro, para a partir de ahí adentrarnos en el casco antiguo y su singularidad. Nos detenemos en la 'Casa del Perfume', en la fortaleza Castillo de la Real Fuerza, paseamos junto a nuestras e-bikes por las plazas particularmente históricas de la metrópoli, ya que allí no se puede circular por todas partes, también por las calles a veces algo estrechas y a menudo no precisamente con pocos visitantes. Las plazas más importantes son: Plaza Vieja, la Plaza San Francisco de Asís, la Plaza de La Catedral, la Plaza de Armas y luego hacemos con nuestros burros E-wire el inseguro Paseo del Prado. El almuerzo será en un restaurante algo escondido en La Habana Vieja o en el Centro. El lugar concreto siempre depende un poco de nuestra velocidad de desplazamiento y de las carreteras utilizables. Durante nuestros paseos por La Habana no nos saltamos el Malecón y desde el famoso Hotel Nacional cruzamos el elegante barrio residencial del Vedado con su diversa arquitectura. Pedaleamos por la Calle 23, no lejos de la Rampa, para llegar finalmente a la Plaza de la Revolución, cargada de historia, por la Avenida Paseo. Aquí, con un poco de sensibilidad, podemos sentir el ambiente que debió prevalecer cuando Fidel pronunció sus elocuentes discursos ante más de un millón de cubanos. De regreso al punto de partida de la excursión, hacemos una última parada en un lugar adecuado al transcurso del día con un cóctel, cerveza, agua o refresco para recapitular las impresiones obtenidas durante este recorrido.